Jesús Adrián Romero
Nadie Se Lo Imagino
Nadie se lo imagino que el rey del mundo el salvador
En un establo de belen, iba a nacer

Todo fue tan diferente a como lo esperaban ver
El salvador en un pesebre en vez de fuerte débil fue

Fue como reirse en tierra seca o con mover
A un renuevo castigado por el sol

Fue como una llama en la tormenta O como ver
Solo una gota en el desierto descender

Bienaventurado aquel, que no halle en el tropiezo
Que puede en el creer, sin distracción

Bienaventurado aquel, que puede recibirlo y dar al rey morada
En su interior
Y en su corazón darle habitación

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