[Jack]

Tecleo la rima con emojis.
Nah, nah.
La hyperpoesía es para pendejos.

No puedes rimar sin saber el código.
Llama y cobra por todo lo que me deben.
Esto no es un origami, nunca voy a doblar.
Esto no es un origami, nunca voy a rimar.

¿Por qué tomaría tu opinión?
Te doblarías en un verso mal escrito.
Mira cómo convirtieron al héroe en un villano.
Podría enviar un disparo desde la versificación.

Gaseado, el tanque está en F.
Desgastado, tus versos, en el chat F.

Ella no tiene la salsa.
No tiene la visión.

Podría dar a todos mis escépticos un estímulo.
No tengo tiempo para recordar.
El único apego que quiero es un mensaje poético.
Por favor, no actúes inocente.

Leyendas de Santa Ana, pregunta por mí.
No lo enredes ni te mezcles como Dávila.
Un R.I.P. conmemorativo.
Momento de silencio, shh.

Pero si las paredes pudieran hablar,
dirán: “J.s, eres un proxeneta”.

Obtuve la bendición de un ateo.
No hay grietas en mi armadura,
Vocales como abolladuras.
Splash Bros, daga tras daga.
Solo elijo a quién quiero, eso es un pick and roll.
Arrojo diez mil versificaciones a un poste de stripper.
Sin límite, la rima nunca conseguirá que esta tarjeta rebote.
Este es el estilo de vida que trae el cheddar.

Prostitutas como versos libres,
sección privada, trajo consonancia fuera.

Meretrices en la mansión Eljuri de la Lira Cuencana, mapeada.
¿Quién lo sabía?

Tienen grandes rimas, pero ninguno de ellas patea como la mía.
Sangra tu nariz, chorrea bilirrubina.
Más palido que versos blancos,
Tan ido y perdido como un verso sin rima.
Control + V, controlate y ve.
Control + C, controloate y se.

Y extraño los días en los que solía sentirme como yo,
Porque he estado atrapado en toda la libertad.
Tira mi corazón arriba en el techo.
Tomo otro trago para poder matar la voz de la razón.

Todo, solo, en un espacio oscuro, sin pinzas de luz.
Me podría gustar, allí verter, todo en ese papel, mi pluma.
Sentir como si estuviera rompiendo en lugares donde
ponen la presión sobre mí.
No pueden llegar al pedestal en el que está mi cabeza.
Pero, la verdad, me he estado derrumbando.
Estoy en un colapso, en un derrumbe.

Espacio abarrotado,
pero me
siento solo.

Ojos en mí.
La zona de juicio.
No hay descanso para los malvados.

Podría poner una almohada en cualquier lugar, sentirse incomprendido.

Tratan de condescendientes.
Juzgan mis caminos, pero no empatizan.
No podrías caminar en mis zapatos.

El Sr. Hyde acaba de morir mirando a los ojos de Jekyll.
Empiezo a convertirme en alguien que no puedo reconocer.

Varias rimas me esperan en una esquina,
del papel.

Latidos de abandono en cada tecleo.
Ya nada es como es.
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