J.s Homero
DECORUM (Capítulo. 4: Epifanía)
[Cap. 4: DECORUM]

[John]
De la fascinante herida menstrual
Nacen las remotas promesas de estaciones

No alumbro ajustes de testarudez
Tu impaciencia hace resignarte

No hablo lo que no sé
Lo que no sé


El tropiezo del aquel negro que recitó girasoles
Robó tulipanes puros como pan para la mesa
Se queda solo en eso, un tropiezo, nada más


Pierdo el tiempo presionando mis locuras
Probablemente estaba fallando en su inconsistencia

Tratando de ser diferente
Los copos no morirán en la arena

Ha estado borrando su esencia, ha estado refinando su reflejo
Dame pensamientos sobre lo que no podemos ser

¿Permiso para pensar?

Al amor y al pánico les faltaba ritmo
Tuvimos que sincronizar nuestra sangre

Necesito la llave de la puerta que bloquea mi paz interior


Creo que debería firmar con la unánime muerte, aunque
Estoy loco, nadie es profeta en su propia tierra
Tengo el don del hilo verde de las estrellas, aquel que se respeta

Estoy tratando de ser optimista
Pero mis opciones son limitadas y estoy encerrado
Horas mojadas con recuerdos sangrientos…


No fuerce mi mano pues conjura maldiciones
Estoy obligado a apretar la eterna verdad antigua

Desafortunadamente, estoy obligado a limpiar la tierra
Y alimentar mi semilla con sueños que han pasado por mis venas

Estoy obligado a justificar la saliva de tu pecho
Las claves ante el rojizo e húmedo paraje
Pues todo es intermitente

Estoy maldito, ante un beso, el remordimiento se ha ido
He visto a mis hermanos convertirse en cadáveres

No me quites el don inviolable de amar
Al morir, mientras se descomponga el decoro
Aún saborearé el veneno del recordar


Me veo forzado a usar la insomne ausencia
Y aun así no son libres los valles abandonados

La violencia cultivada por la incrédula envidia
Me patea y me agarra

Es triste decir que los vertiginosos delirios como yo
No volarán conmigo


Ella enojada como el calor extravasado
Su sentencia de incertidumbre
Va cavando suplicas mudas

Ella es la raíz de mi campo de fuerza
Quebrantos me ofrendas, fuera de ti

Estoy lidiando con muchas cosas
Mi muñeca se astilla
Sin pensar en ti
O al pensar
Me desangró al escribir


La reverberante pus
Se inclina, besa el ignoro
Te deja ir

La ausencia poco a poco picotea
En su intento de gemir