J.s Homero
ZHIT
[Verso 1]

Digamos que te alejas definitivamente bajo la silueta de mis pupilas
Hacia el pozo de olvido que prefieres mantener en bajo perfil
Pero la mejor parte de tu espacio, en realidad es la única constante de tu vida
Quedará para siempre en mí, doliente, persuadida, frustrada, silenciosa, quedará en mí, tu corazón inerte y sustancial

Tu corazón de una promesa única
Trata de mantener la realidad antes de caer a la locura

Después de ese dolor redondo y eficaz
Pacientemente agrio, de invencible ternura
Ya no importa que use tu insoportable ausencia
Ni que me atreva a preguntar si cabes
Como siempre en una palabra

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
Desgarradoramente idéntica a las otras
Que repetí buscándote, rodeándote

Hay solamente un eco irremediable
De mi voz como niño, esa que no sabía

Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza
No tener oración para morder
No tener fe para clavar las uñas
No tener nada más que la noche
Saber que dios se muere, se resbala
Saber que dios retrocede con los brazos cerrados
Con los labios cerrados, con la niebla
Como un campanario atrozmente en ruinas
Que retornará siglos de ceniza

Es tarde, sin embargo yo daría
Todos los juramentos y las lluvias
Las paredes con insultos y mimos
Las ventanas de invierno, el mar a veces
Por no tener tu corazón en mí
Tu corazón inevitable y doloroso
En mí que estoy enteramente solo
Sobreviviendo a tanta mierda