J.s Homero
La Inspiración del Escritor
[Soneto]

Mi hermosa musa, no veas si es dulce o bella mi
poesía. Solo examina el afecto sincero que dicta; ahora
mi memoria se aviva por el tiempo que nuestro polos
divide. De ese recuerdo tuyo que hace mi fantasía y,
me importa poco que estemos separados por millas
pequeñas estando nuestras almas tan unidas. Ellas
siempre atraviesan las cosas infinitas, se conversan y
se miran, tal vez un mal día las dudas hostiguen su
dicha pero en instantes se alejan como mariposillas.
Tú, que inspiras las rimas más ricas y escuchas las
poesías más finas. Hare posible tus caprichos, hare
realidad los sueños, con un suspiro me alimentaré de
tu aliento, sabré tus pensamientos para entender tus
palabras, cuando los labios abras los míos entrarán.
No temas musa mía, mi hermosa amada, que nada te
hará más feliz en el mundo. Yo veré mil
bellezas en ti, que serán las cosas que escribí, tus ojos son arte divino, tu boca un papel suave de seda donde escribo mis palabras, tu cuerpo una escultura que ni el más prestigioso museo merece tenerte, tu voz esa tonalidad brigante que conocen el
camino hacia mi corazón. Cuando mi día llegue, no
tendré allá, ningún afecto nuevo puesto no lo llevo
conmigo, lo dejo contigo encerrado. En tu corazón como
una dulce y cruel prisión. Pero antes de partir, ven
musa a mi corazón que me mantiene vivo y contigo
una sobredosis de vida forma mi amor. Tú mi
inspiración, mi único pensamiento, mi esperanza, mi
única pasión, otras veces con tu retrato delante mil
sensaciones rodean mi cuerpo. Créeme que tus labios
cálidos, si se fusionaran con los míos, se volverán
duplicados los besos que te dé al momento de que te
atravieses por mi cabeza, es… lo que ya no
puedo ni explicar. Piensa que solo vivo por ti, que sin ti
muero, que eres mi amor primero, y último serás. Mi
hermosa musa no te olvides de este amor dulce y
tierno, piensa que de ti ausente no será vida la que
vivo, que este gran poeta piensa en ti en cada
momento, para su inspiración, y me quitas el aliento
y nunca podré decirte adiós.